La principal ventaja del microtunneling en proyectos de infraestructura es su capacidad para combinar precisión, seguridad y eficiencia operativa, permitiendo la ejecución de obras subterráneas con un impacto mínimo en la superficie. Este método se distingue por evitar las extensas excavaciones que caracterizan a los métodos tradicionales, lo que se traduce en una reducción significativa de las interrupciones en el tráfico y molestias a la comunidad, además de disminuir los costos derivados de la restauración del terreno una vez concluida la obra.
En el microtunneling, la maquinaria especializada permite una excavación controlada y teledirigida, lo que garantiza que la instalación de tuberías y conductos se realice con gran exactitud. Esto es fundamental en infraestructuras críticas, como redes de abastecimiento de agua, sistemas de alcantarillado y cableado subterráneo, donde la alineación y la integridad del sistema son esenciales para su durabilidad y funcionamiento óptimo.
Otro aspecto relevante es la rapidez en la ejecución. Al integrar la excavación y el tendido de tuberías en un solo proceso, se reducen los tiempos de construcción, lo que a su vez disminuye los costos globales del proyecto y acelera la puesta en marcha de los servicios. Esta agilidad es especialmente valiosa en entornos urbanos o en proyectos con plazos de ejecución ajustados.
Además, el microtunneling se adapta eficazmente a terrenos complejos y condiciones geotécnicas difíciles, ofreciendo una solución robusta para áreas donde otros métodos podrían enfrentar mayores riesgos o requerir intervenciones más costosas. En resumen, el microtunneling mejora la eficiencia, sostenibilidad y seguridad de los proyectos de infraestructura, convirtiéndolo en una opción óptima para desarrollos modernos en entornos urbanos y rurales.