Los túneles ejecutados mediante microtunneling ofrecen varias aplicaciones esenciales en piscifactorías marinas y continentales:
Captación de agua desde zonas profundas y estables en temperatura, garantizando un caudal continuo y de calidad sin tuberías expuestas al oleaje.
Emisarios de retorno que conducen el efluente tratado mar adentro y lo dispersan con difusores, cumpliendo la normativa ambiental y evitando recirculaciones a la toma.
Cruces subterráneos bajo playas, carreteras u otras infraestructuras para enlazar las instalaciones terrestres con el mar sin abrir zanjas ni interferir con el tráfico o el turismo.
Protección de conducciones y reducción del mantenimiento: al quedar enterradas, las tuberías están a salvo de temporales, bioincrustaciones y vandalismo, prolongando su vida útil y disminuyendo paradas de producción.
Alojamiento de servicios auxiliares (sensores, fibra óptica, líneas de aire para limpieza) dentro del mismo túnel, simplificando la operación y el control de la granja.
El uso de tuneladoras de escudo cerrado permite colocar la tubería (GRP, hormigón o acero) con precisión milimétrica, minimizar la huella ambiental y acortar los plazos de obra.